El Foro de Reputación Corporativa y el IE Business School han elaborado el informe "Introducción a la gestión de los riesgos reputacionales" con el objetivo de dotar y ayudar al gestor de la reputación corporativa en su intervención en la fase de la gestión de riesgos de la compañía, proporcionándole las bases conceptuales y metodológicas sobre la valoración y la gestión de los riesgos reputacionales de acuerdo con las mejores prácticas empresariales.

En el actual entorno empresarial, caracterizado por una demanda creciente de transparencia, ética y responsabilidad social por parte de los grupos de interés, la gestión de la reputación y del riesgo reputacional se ha convertido en una de las mayores oportunidades de creación y protección de valor para las empresas.
En este sentido, el informe ofrece recomendaciones para la gestión del riesgo reputacional basado en las mejores prácticas empresariales, así como las bases conceptuales y metodológicas sobre la valoración y la gestión del riesgo reputacional.
Además de la revisión conceptual sobre algunos de los aspectos fundamentales de la reputación corporativa, la investigación muestra un análisis y contraste de los diferentes y actuales modelos de gestión de los riesgos reputacionales, así como las mejores prácticas empresariales españolas sobre la gestión de los mismos.
Me ha parecido interesante, a la vez que necesario, aportarle protagonismo a esta noticia publicada hace un par de semanas en www.diarioresponsable.com . Como habéis podido apreciar, resulta de vital importancia realizar una buena planificación y gestión de la imagen corporativa de una empresa, ya que si esto se consigue, se traducirá en una reputación positiva.
Pues bien, la reputación corporativa es un valor estable para una empresa. No obstante, esto no quiere decir que sea un valor permanente en el tiempo, ya que tal y como afirma el conocido inversionista Warren Bufet, “Cuesta 20 años construir una buena reputación, y 5 minutos destruirla”. Por tanto, supongo que estaréis de acuerdo conmigo en que dicha tarea se debe atender, vigilar y proteger en todo momento. Es una labor costosa, pero también creo que debe ser muy gratificante para el responsable/s de ello conseguir una buena reputación, siendo consciente del esfuerzo ininterrumpido que supone dicho trabajo. La analogía que más se ajusta a esto, es la comparación de crear una buena reputación con llevar a cabo el cuidado de una planta (de acuerdo, reconozco que dicha analogía está más que explotada, perdonadme por ello, pero es que se ajusta a la perfección, ¿no creéis?).
Ojeando el informe aludido en la noticia, compruebo la importancia que tiene crear en una empresa unas bases que respondan a las actuaciones requeridas en un momento de riesgo reputacional. Sea cual sea el motivo que pueda dar lugar un deterioro de la reputación, cabe destacar que la mayoría de los riesgos no surgen de forma fortuita, por lo que generalmente se encuentran bajo el control de la organización. Sin embargo, existen riesgos considerables provenientes de revelaciones periodísticas negativas, la solución ante tal acontecimiento puede ser más o menos solventada con comunicados formales destinados a los medios de comunicación. Al margen de esto, existen otros riesgos causados por un efecto gradual de hechos menores, es decir, aparentemente de menor importancia que pueden tener un desenlace pésimo. De manera que se debe prestar especial atención a todas aquellas acciones que se realizan en el día a día de la empresa u organización.
Así pues, después de exponer este breve comentario sobre el tema, recomiendo la lectura del infome “Introducción a la gestión de los riesgos reputacionales”, para así poder aplicar todos los principios y consejos que se aportan, útiles y necesarios para conseguir y consolidar la permanencia a largo plazo de la reputación corporativa de cualquier empresa.
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